Signos de placenta retenida en perros madre
Entre una de las complicaciones que pueden afectar a la perra después del parto está el tema de las placentas retenidas.
¿Qué es la placenta?
La placenta juega un papel vital durante el embarazo, conectando los cachorros a la pared uterina de la madre. Es gracias a la placenta que los cachorros reciben oxígeno y alimentos y que sus productos de desecho se eliminan.
¿Qué le sucede normalmente?
Cuando nacen los cachorros, la placenta ya no es necesaria y se expulsa del cuerpo de la madre. En general, esto ocurre dentro de los 15 minutos desde el momento en que se entrega cada cachorro.
Cada cachorro debe tener una placenta, por lo que es importante contar la cantidad de placentas para asegurarse de que ninguna se quede adentro.
Por qué son retenidos
Los casos de placentas retenidas son poco comunes en perros, sin embargo, parece haber una predisposición en las razas de juguetes. En general, se ve principalmente en camadas grandes y, a veces, en entregas difíciles.
Dificultad para contarlos
El problema principal es que puede ser difícil para los criadores contar las placentas porque las perras madres las ingerirán instintivamente después de ser expulsadas. Se cree que las placentas proporcionarán a la madre energía extra que la ayudará a pasar los primeros días de amamantar a los cachorros. Es por eso que algunos perros desarrollan heces blandas durante unos días después del nacimiento.
Las placentas retenidas tienen el potencial de causar infecciones uterinas y toxicidad. Un perro que muestre signos de enfermedad o que no haya expulsado todas las placentas debe ser visto por un veterinario.
Síntomas
Normalmente después del nacimiento, la madre desarrollará una descarga de color negro verdoso que gradualmente se convertirá en un marrón rojizo inodoro dentro de las 48 horas.
Los síntomas principales que sugieren una placenta retenida son:
- Desarrollo de flujo vaginal verde y fétido durante más de 24 horas después del parto.
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Letargo
- A veces, una placenta retenida se puede sentir como una masa abdominal
Diagnóstico
Para diagnosticar a su perro, el veterinario puede palpar el útero para detectar masas abdominales, realizar análisis de sangre para ver si hay signos de infección o hacer una ecografía.
Tratamiento
El tratamiento solo es necesario si el perro está enfermo. Generalmente, consiste en una inyección de oxitocina, un medicamento especial que causa la contracción del útero que ayudará a la madre a expulsar la placenta retenida.
Si hay una infección del útero (metritis), se puede recomendar una cirugía de esterilización.
Lleve a su perro al veterinario para que le aconseje sobre cómo proceder.
Prevención
Si bien no hay forma de prevenir las placentas retenidas en los perros, los propietarios deben vigilar de cerca las placentas expulsadas después de que nazca cada cachorro y deben observar a la perra con cuidado para posiblemente ingerirlas.
Si bien puede ser difícil mantener el recuento de las placentas en camadas muy grandes, sin duda vale la pena el esfuerzo por tener una mente invaluable.
Nota: Todos los perros deben ver al veterinario 24 horas después de dar a luz, independientemente de los síntomas. Este artículo no reemplaza el consejo de un veterinario profesional.